Frases de Alejandro Magno
Nacido bajo el nombre de Alejandro III de Macedonia, también llamado Alejandro el Grande, Alejandro Magno fue Rey de Macedonia. Durante su mandato logró establecer un imperio que se extendía cada vez más, esto gracias a sus habilidades militares, organizando a su ejército para cumplir su venganza contra los griegos. ¿Conoces algunas de sus frases? Sigue leyendo:
Frases de Alejandro Magno
No tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león.
Dios es el padre común de todos los hombres.
Hay algo noble en escucharme a mí mismo hablando mal, cuando estoy haciendo el bien.
Pero sinceramente, si no fuese Alejandro, sería Diógenes.
El verdadero amor nunca tiene un final feliz, porque no hay final para el amor verdadero.
¡Qué excelente caballo pierden por falta de destreza y denuedo para manejarlo!
Mi tesoro reside en mis amigos.
En cuanto a los límites de las propias labores, no reconozco ninguna para un hombre magnánimo, excepto aquellas que deberían conducir a logros nobles.
Con la actitud correcta, las limitaciones auto-impuestas desaparecen.
Que Dios los guarde del veneno de la cobra, los dientes del tigre, y la venganza de los afganos.
El fin y el objeto de la conquista, es evitar hacer lo mismo que los vencidos.
No toda la luz proviene del Sol.
El cielo no puede tolerar dos soles, ni la tierra dos amos.
Me estoy muriendo por el tratamiento de muchos médicos.
Al final, cuando todo se acaba, lo único que importa es lo que has hecho.
Prefiero vivir una corta vida de gloria que una larga de oscuridad.
Cuán grandes son los peligros que enfrento, para ganar un buen nombre en Atenas.
Hay tantos mundos y aún no he conquistado ni siquiera uno.
El sexo y dormir solo, me hacen consciente de que soy mortal.
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