Frases de Johann Sebastián Bach
Johann Sebastian nació en los años 1600, durante el período barroco en el territorio que se conoce actualmente como el país de Alemania. Fue uno de los músicos más importantes de la historia, destacando más de 30 composiciones propias basadas en los instrumentos del órgano (como, por ejemplo: el órgano positivo, de cámara, o de cátedra) y el clavecín; además tocaba a la perfección la viola de gamba y el violín.
Sus obras influenciaron a otros compositores de gran importancia como Mozart, Meldelssohn, Beethoven y muchos más. Definitivamente fue una persona que causó gran inspiración en muchos, por ello recordaremos sus frases más admirables:
Frases de Johann Sebastian Bach
Lo que he logrado ha sido gracias al trabajo y la práctica, cualquier persona con un don natural tolerable y capacidad, también puede lograrlo.
Hay que plantar cara a la realidad.
La música es una agradable armonía para el honor de Dios y las delicias permisibles del alma.
Viejo concepto: el amor es ciego. El matrimonio es una revelación. Nuevo concepto: el amor no es ciego, simplemente permite ver cosas que otros no ven.
Es fácil tocar cualquier instrumento musical: todo lo que tienes que hacer es tocar la tecla correcta en el momento adecuado y la música se reproducirá sola.
Sin mi café de la mañana, soy como un trozo de cabra asada.
Si decido ser un idiota, entonces seré un idiota por mi propia cuenta.
Trabajo incesante, análisis, reflexión, escritura, autocorrección interminable, ese es mi secreto.
Vive como lo harías para no avergonzarte en el caso de que se divulgara lo que haces, aún en el caso de que fuera mentira lo que se divulga.
En tierra, en mar, en casa en el extranjero, fumo mi pipa y adoro a Dios.
Toco las notas como están escritas, pero es Dios quien hace la música.
El regalo de Dios para sus tristes criaturas es un gozo digno de su destino.
Es la forma especial de la música la que es capaz de mover el corazón.
Mis maestros son gente extraña que tiene muy poco cuidado por la música.
Me vi obligado a ser trabajador. Quien sea igualmente trabajador, serás igualmente exitoso.
El objetivo y la razón final de toda la música no debe ser más que la gloria de Dios y el alivio del alma. Donde no se observe esto, no habrá música, sino sólo un bullicio diabólico.
La armonía está al lado de la piedad.
Donde hay música devocional, Dios está siempre a la mano con su graciosa presencia.
Siempre he tenido un extremo a la vista, a saber… dirigir una música de iglesia bien regulada para el honor de Dios.
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