Frases de Rainer María Rilke

Rainer Maria Rilke fue un poeta y novelista que nació el 4 de diciembre de 1875, en Praga, considerado como uno de los mejores, ya que sus obras como Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, lo valida, las cuales tuvieron gran recepción desde su publicación, y todavía en la actualidad.
Realizó muchos otros escritos, de los cuales vale la pena rescatar sus mejores frases por el mensaje que dejan.
Frases de Rainer Maria Rilke más
Quiero estar, o con aquellos que saben cosas secretas o con nadie.
La vida tiene razón en todos los casos.
Ah, qué bueno es estar entre la gente que lee.
Si eres paciente en un momento de ira, escaparás de cien días de dolor.
La verdadera patria del hombre es la infancia.
He rezado por mi niñez, y ha vuelto a mí, y siento que sigue siendo tan pesada como antes, y que no ha servido de nada hacerme mayor.
En la vida no hay clases para principiantes; enseguida exigen de uno lo más difícil.
¿Cómo sujetar mi alma para que no roce la tuya?
Aprendo a ver. No sé por qué, todo penetra en mí más profundamente, y no permanece donde, hasta ahora, todo terminaba siempre.
Ninguna cosa es ella misma.
Llevamos nuestras vidas tan mal porque llegamos al presente siempre sin estar preparados, incapaces y demasiado distraídos para todo.
¿Acaso puede afirmar usted que no maduraron entonces en su corazón, grandes y buenos anhelos, y propósitos de los que aun hoy sigue viviendo?
Nuestros miedos más profundos son como dragones, guardando nuestro tesoro más profundo.
Quizás todos los dragones de nuestra vida son princesas que están esperando a vernos por una vez hermosos y valientes.
La vida es muy traicionera, y cada uno se las ingenia como puede para mantener a raya el horror, la tristeza y la soledad. Yo lo hago con mis libros.
Busca la profundidad de las cosas; hasta allí nunca logra descender la ironía.
El futuro entra en nosotros, para transformarse dentro de nosotros, mucho antes de que ocurra.
Lo que llamamos destino no nos llega del exterior, sino que emerge de nosotros.
El propósito de la vida es ser derrotado por cosas más y más grandiosas.
Frases de Rainer Maria Rilke más celebres
Sólo hay un camino, el interior.
Cantar sinceramente, esa es otra respiración.
La verdadera patria del hombre es la infancia.
Convierte tu muro en un peldaño.
Todo ángel es terrible.
Una obra de arte es buena cuando surge de la necesidad.
Sí, todo arte es el resultado de haber estado en peligro, de haber vivido una experiencia hasta el final, hasta el punto donde no se puede ir más allá.
Deja que la vida suceda, créeme la vida siempre está en lo cierto.
Los poemas no dicen mucho cuando los escribes muy joven. Tienes que crecer y adquirir sentido y dulzura durante toda una vida, una larga vida preferiblemente, y entonces, al final, quizás estés en condiciones de escribir buenos versos.
Detrás de mi rostro se extiende un mundo, quizás con menos vida que la luna.
Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.
Yo en cambio quiero comprenderte como te comprende la tierra; con mi madurar madura tu reino.
La primavera ha vuelto. La Tierra es como un niño que conoce poemas.
No se deje engañar por lo que aparezca en la superficie. En las profundidades es donde todo se vuelve ley.
Lo que llamamos destino no nos llega del exterior, sino que emerge de nosotros.
Frases de Rainer Maria Rilke de amor
Amar también es bueno: amar es difícil. Nada de lo que vale la pena es sencillo.
Este es el milagro que sucede a aquellos que aman de verdad: cuanto más dan, más poseen.
Considero que esta es la gran tarea entre dos personas: que cada uno proteja la soledad del otro.
Ser amado es pasar, pero amar es perdurar.
Amar a otro ser humano, esa es quizás la más difícil de todas nuestras tareas, la prueba última y definitiva, para el cual todas las demás tareas no son sino preparación.
El amor consiste en que dos soledades se toquen, se protejan y se saluden una a otra.
El amor es como el sarampión, cuanto más mayor eres, peor es su ataque.
En el amor sólo necesitamos practicar la separación, porque el juntarse es fácil, no necesitamos aprenderlo.
Amar es más bien una oportunidad, un motivo sublime, que se ofrece a cada individuo para madurar y llegar a ser algo en sí mismo; para volverse mundo, todo un mundo, por amor a otro.
El hombre crece, florece y se renueva constantemente en el amor, o muere.
La forma más alta de amor es ser el protector de la soledad de otra persona.
Necesitamos, en el amor, practicar sólo esto: dejarnos ir. Porque aferrarse es fácil; no necesitamos aprenderlo.
Sólo tu sonrisa permanece como muchas estrellas sobre ti, y pronto también sobre mí.
Los jóvenes, que son principiantes en todo, aún no pueden conocer el amor: tienen que aprenderlo.
Cree que con tus sentimientos y con tu trabajo eres parte de lo más inmenso; mientras más fuertemente cultives esa creencia, más la realidad y el mundo partirán de ella.
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