Frases de Sigmund Freud
Conocido también como el padre de psicoanálisis, Freud en vida realizó un trabajo que nos ha quedado como pilar fundamental tanto teórico como práctico cuando de la neurociencia hablamos, hecho por el cual en la actualidad es considerado un personaje intelectual muy importante del siglo XX. Sin embargo, fueron sus mismas teorías y pensamiento por las que fue tildado de loco, pues para la época trataba temas muy polémicos, siendo criticado y hasta perseguido por ello.
Su formación fue bastante amplia, un hombre que nunca dejo de educarse y que aprendió sobre filosofía, literatura, mitología, neurología, psicoanálisis y psicoterapia, y ello se refleja en sus mejores frases:
Frases de Sigmund Freud
No puedo pensar en ninguna necesidad de la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección paterna.
Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.
Si quieres vivir, prepárate para morir.
Podría decirse del psicoanálisis que si das el dedo meñique pronto tendrás toda la mano.
No todo depende de los deseos, pero aun así, he decidido intentar llevar a cabo mis deseos.
El hombre virtuoso se contenta soñando lo que el malvado hace en la vida real.
Los niños son completamente egoístas; sienten sus necesidades intensamente y luchan rudamente para satisfacerlas.
El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal.
La libertad del individuo no es un regalo de la civilización. Era mayor antes de haber cualquier civilización.
Nunca estamos tan indefensos contra el sufrimiento como cuando amamos.
La mayoría de la gente no quiere la libertad realmente, porque la libertad implica responsabilidad y la mayoría de la gente teme la responsabilidad.
Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante.
La inmortalidad significa ser amado por mucha gente anónima.
El sueño es la liberación del espíritu de la presión de la naturaleza externa, un desprendimiento del alma de las cadenas de la materia.
Un hombre que ha sido el indiscutible favorito de su madre mantiene durante su vida el sentimiento de un conquistador.
Los logros más complicados del pensamiento son posibles sin la asistencia de la consciencia.
Sólo la experiencia propia hace al hombre sabio.
La verdad al cien por ciento es tan rara como el alcohol al cien por ciento.
Las doctrinas religiosas son ilusiones que no admiten pruebas y nadie puede ser obligado a considerarlas como verdaderas o creer en ellas.
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