Frases de Wilhelm Wundt
Wilhelm Maximilian Wundt fue un importante psicólogo, al que se le atribuye la creación del primer laboratorio de psicología experimental, en Alemania, concretamente en Leipzing, quien además se desempeñó como médico, fisiólogo y filósofo alemán.
Naicó el 16 de agosto de 1832, falleciendo a los 88 años el 31 de agosto de 1920, dedicando parte de su vida a la psicología, de la cual habló mucho, por ello, destacamos sus frases más importantes al respecto.
Frases de Wilhelm Wundt de la psicología
El punto de vista de la psicología materialista puede afirmar, como mucho, sólo el valor de una hipótesis heurística.
La psicología infantil y animal son de importancia relativamente pequeña, en comparación con las ciencias que se ocupan de los problemas fisiológicos correspondientes a la ontogenia y la filogenia.
La psicología fisiológica es competente para investigar las relaciones que se dan entre los procesos de la física y los de la vida mental.
La psicología busca dar cuenta de la interconexión de procesos que evidencia nuestra propia conciencia.
La psicología fisiológica es antes que nada psicología.
La actitud de la psicología fisiológica a las sensaciones y sentimientos, considerados como elementos psíquicos, es la actitud de la psicología en general.
La psicología del pueblo siempre debe venir a la ayuda de la psicología individual.
La fisiología y la psicología se ocupan de los hechos de la vida en general y, en particular, de los hechos de la vida humana.
La psicología estudia la mente y las leyes que la gobiernan.
Los resultados de la psicología étnica constituyen nuestra principal fuente de información acerca de la psicología general.
La psicología étnica siempre debe venir a la ayuda de la psicología individual.
La psicología no sólo debe esforzarse por convertirse en una base útil para las otras ciencias mentales, sino que también debe recurrir una y otra vez a las ciencias históricas.
La psicología experimental en sí misma tiene una y otra vez la recaída en un tratamiento metafísico de sus problemas.
La tarea de la psicología fisiológica es actuar como mediador entre las ciencias vecinas de la fisiología y psicología.
Con todo, las miradas que ella dirige hacia las dos ciencias fundamentales entre las que se ha intercalado, están especialmente enfocadas desde el lado psicológico. Es lo que expresa el término de «psicología fisiológica».
Todas sus exploraciones convergerán en esta cuestión: ¿Cuál es el fundamento último de la mutua conexión de la existencia interna y externa? La fisiología y la psicología pueden, cada una por sí, evitar fácilmente esta pregunta. A la psicología fisiología le es imposible eludirla.
A través de las influencias es como se forma un círculo de fenómenos biológicos accesible simultáneamente a la observación externa e interna; un dominio limítrofe que, mientras la fisiología y la psicología permanezcan separadas una de otra, será convenientemente asignado a una ciencia particular que les son intermediarias.
En la Psicología el hombre se ve, por así decirlo, por dentro, y busca explicar el encadenamiento de los hechos que le ofrece esta observación interior.
Las modificaciones que tienen lugar en el hecho interno, cuando cambian las influencias externas, servirán precisamente para aclarar la naturaleza de ese hecho interno, en este sentido, toda experimentación psicofísica debe ser llamada, al mismo tiempo psicológica.
Este término (psicología fisiológica), designa al estudio psicológico como el objeto particular de nuestra ciencia, y agrega el punto de vista fisiológico sólo corno una determinación más precisa.
La razón de la relación, que nosotros establecemos entre estas dos ciencias es que todos estos problemas que se refieren a las correlaciones de la vida interna y externa, han sido casi hasta el presente un elemento constitutivo de la psicología.
Anteriormente la fisiología había excluido resueltamente del circulo de sus estudios las cuestiones que podían reclamar la intervención particular de la especulación.
Ahora, los psicólogos contemporáneos han comenzado simultáneamente a familiarizarse más con la experiencia fisiológica, y los fisiólogos han sentido la necesidad de consultar a la psicología, en lo relativo a ciertas cuestiones limítrofes con las que se tropezaban.
Si, para el movimiento reflejo, el medio psicológico se nos escapa, del mismo modo, en el segundo caso, el comienzo fisiológico se oculta; solamente el fenómeno interno y la reacción externa ejecutada contra él nos son accesibles.
El vínculo psicológico intermediario se halla ausente en los más simples de tales movimientos, o al menos escapa a la observación de sí mismo; en ese caso, el movimiento aparece como un reflejo directo del excitante.
Estos fenómenos son: la sensación, hecho psicológico que depende directamente de ciertas condiciones fundamentalmente exteriores, y el movimiento de impulso interno, fenómeno fisiológico cuyas causas no son generalmente reveladas sino por la observación de sí mismo.
Si se quiere conceder la principal importancia a la especificidad del método, nuestra ciencia, la psicología experimental, se distinguirá, pues, de la psicología ordinaria, la cual está puramente basada sobre la observación de sí mismo.
En la sensación, vemos la separación de los dos dominios, por así decirlo, desde dentro, del lado psicológico; en el movimiento lo vemos desde afuera, del lado fisiológico.
Pero a medida que ciertos fenómenos psicológicos se manifiestan entre la impresión y el movimiento que ella pone en juego, éste último, tras haberse desarrollado en el espacio y realizado en el tiempo, se libera más de su dependencia respecto a la impresión
Según su objeto, la psicología ocupa un lugar intermedio entre las ciencias naturales y las ciencias morales.
La psicología tiene afinidad con las primeras, puesto que los hechos internos comportan la aplicación de principios y de explicación que son idénticos, en tanto que el concepto de hecho lo exige ordinariamente.
Por otra parte, la psicología constituye la teoría fundamental de las ciencias morales, porque toda manifestación del espíritu humano tiene su causa última en los fenómenos elementales de la experiencia interna.
La historia, la jurisprudencia, la política, la filosofía del arte y de la religión se reducen, por consiguiente, a los principio de explicación psicológica.
Pero la psicología fisiológica, que se ocupa especialmente de verificar las relaciones del hecho externo e interno, tiene lugar también en las ciencias naturales; y como consecuencia, ella es la más íntima intermediaria entre éstas y las ciencias morales.
Es así como la mayoría de las operaciones de la psicología empírica pertenecen especialmente, e incluso a veces sin que se lo sepa, al dominio de la historia natural del alma.
El hecho interno tiene, pues, dos dimensiones, igualmente, lo que permite por lo general presentarlo bajo una forma matemática. Sin esto, la empresa de Herbart, de aplicar las matemáticas a la psicología, sería desde un principio apenas concebible.
Existen otras fuentes de conocimiento psicológico que se vuelven accesibles en el mismo punto donde el método experimental nos falla.
El análisis psicológico de los problemas históricos y etnográficos, que se ha elevado últimamente al rango de una verdadera ciencia, se conecta, en aun más larga extensión, con la historia natural del alma.
La psicología étnica estudia generalmente fenómenos complejos que reciben su inteligencia de la conciencia individual, puesto que es necesario subordinarlos a las leyes psicológicas descubiertas por aquella.
Por el contrario, las investigaciones de la psicología fisiológica provienen generalmente de la ciencia del alma.
No habría razón para querer impugnar, por este motivo, la posibilidad de una psicología experimental.
Es cierto que no existen más experimentaciones que las simplemente psicofísicas, y que ninguna es puramente psicológica, sí es que damos esta última denominación a las experimentaciones que descuidan por completo las condiciones externas del hecho interno.
Frases de Wilhelm Wundt interesantes
Hablamos de la virtud, el honor, la razón, pero nuestro pensamiento no traduce uno de estos conceptos en una sustancia.
Nuestra mente está tan equipada que nos lleva hacia las bases más importantes para nuestros pensamientos sin que tengamos el menor conocimiento.
Las características distintivas de la mente son meramente subjetivas.
Una idea no es algo constante, como sentir una emoción o un proceso volitivo.
Sólo existen procesos cambiantes e ideas transitorias.
Existe un gran número de movimientos corporales que tienen su origen en el sistema nervioso, no poseen el carácter de acciones conscientes.
El antiguo prejuicio metafísico que el hombre “siempre piensa” aún no ha desaparecido del todo.
Estoy inclinado a sostener que el hombre realmente piensa muy poco y muy pocas veces.
La reflexión filosófica no podía dejar la relación entre la mente y el espíritu en la oscuridad que había satisfecho las necesidades de la conciencia ingenua.
La fisiología busca derivar los procesos en nuestro propio sistema nervioso de las fuerzas físicas generales, sin considerar si estos procesos están o no acompañados por procesos de conciencia.
Desde el punto de vista de la observación, debemos considerar como una hipótesis altamente probable que los comienzos de la vida mental datan desde los comienzos de la vida en general.
El reino animal exhibe una serie de desarrollos mentales que pueden considerarse como antecedentes para el desarrollo mental del hombre.
No hay ideas permanentes.
La declaración general de que las facultades mentales son conceptos de clase, nos libera de la necesidad de discutirlas.
La fisiología forma parte de ese entorno total que llamamos mundo externo.
El título del libro La Fisiología, indica ya, que intento combinar dos ciencias que, aunque ambas se ocupan casi de un sólo y mismo tema, del estudio particular de la vida humana, han recorrido no obstante, durante mucho tiempo, vías diferentes.
A pesar del aspecto tan diverso que parecen presentar por lo general de su contenido nuestra vida interna y nuestra vida externa, las dos tienen, sin embargo, numerosos puntos de contacto.
La experiencia interna es continuamente influenciada por agentes exteriores, y nuestros estados internos ejercen frecuentemente una acción decisiva sobre los cambios del hecho externo.
De este dominio limítrofe se abren espontáneamente horizontes que se extienden en las direcciones más variadas.
Una ciencia que tiene por objetivo los puntos de contacto de la vida interna y la externa, estará obligada a compara tanto como le sea posible, con las nociones que habrá adquirido en esa materia, el conjunto de los datos proporcionados por las otras dos ciencias de las que ella es la intermediaria.
Nosotros imponemos a nuestra ciencia una doble tarea. Ella debe, en primer lugar, escrutar esos fenómenos biológicos que, estando equidistantes de la experiencia interna y la externa, necesitan la aplicación simultánea de los dos métodos de observación, externa o interna.
La ciencia debe utilizar las perspectivas a las que la ha conducido la investigación de ese dominio, para aclarar el conjunto de los fenómenos biológicos, a fin de mejor develar y comprender en su totalidad al ser humano.
En un cierto aspecto, este estudio exige una delimitación aún más rigurosa.
La Fisiología comienza por los fenómenos fisiológicos y trata de mostrar su modo de influencia sobre el dominio de la observación interna; a continuación, su examen se extiende a las reacciones que el interior produce contra el exterior.
La conjunción ha dado nacimiento a una rama especial de la investigación experimental, a los métodos psicofísicos.
Dos fenómenos principales señalan netamente esos límites; o la observación externa es insuficiente sin la interna, o bien esta está obligada a recurrir a la primera.
La sensación se halla primeramente determinada, en intensidad y cualidad, por sus causas externas, en otros términos, por los excitantes fisiológicos de los sentidos.
La sensación siempre bajo la influencia de las condiciones preliminares dadas en la observación interna, sufre otras transformaciones de consideración.
Las representaciones se ordenan en series y en grupos, a fin de permanecer más o menos durante un tiempo a disposición de la conciencia, y los más diversos movimientos del alma se combinan con las representaciones y el curso que ellas siguen.
Las influencias exteriores manifiestan continuamente su acción. La sucesión y la combinación de las representaciones están, en parte, determinadas por la sucesión y la combinación de las impresiones.
La construcción que efectúan las representaciones simples para producir las representaciones compuestas está ligada a las propiedades fisiológicas de nuestros órganos sensoriales y motores.
Finalmente, aun el curso interno de los pensamientos está acompañado por estados y fenómenos determinados en los órganos centrales del sistema nervioso. De esta manera, conductores nerviosos se extienden desde la periferia psicofísica hasta el centro de las profundidades de la vida del alma.
Por otro lado, los fenómenos internos se reflejan en movimientos externos. Estos vuelven a poner en su punto de partida el círculo de los procesos que se desarrollan por distintas partes entre el exterior y el interior.
Para explicar el movimiento, es necesario recurrir cada vez más a las condiciones que presenta la observación interna, hasta que finalmente esta observación por sí sola, nos da cuenta directamente del comienzo del fenómeno.
Tras explicar el movimiento, arribamos al eslabón terminal de la serie.
Entre las ciencias naturales se distinguen comúnmente las descriptivas y las explicativas, o las diferentes ramas de la historia y de la ciencia de la naturaleza.
Los intentos de clasificación son considerados ordinariamente como explicaciones.
Todos los esfuerzos del alma, tienen por objeto explicar los fenómenos psíquicos elementales, a los que ella se aplica partiendo primeramente de los fenómenos fisiológicos, que se hallan conexos a los primeros.
Nuestra ciencia no fija inmediatamente su punto de vista en medio del teatro de la observación interna, sino que intenta penetrar allí desde afuera.
La ciencia puede justamente recurrir al medio más eficaz de explicación de la naturaleza, el método experimental.
Ahora bien, la esencia de la experimental consiste en modificar a voluntad las condiciones de hecho y en imprimir a estas condiciones una alteración cuantitativamente determinable, ya que se trata de obtener el conocimiento de las relaciones constantes que existen entre las causas y los efectos.
Sólo las condiciones físicas externas de los fenómenos internos pueden, al menos con alguna certeza, ser modificadas a voluntad; y, ante todo, sólo ellas son accesibles a una determinación directa de medición.
Así, pues, evidentemente, sólo puede ser cuestión de una aplicación del método experimental en el dominio limítrofe de la psicofísica.
La modificación que es engendrada por la variación de una condición no depende simplemente de la naturaleza de la condición, sino asimismo de la naturaleza de lo condicionado.
Otro sujeto pensante no se deja en absoluto someter de buen grado a nuestras experiencias; e incluso la observación de sí mismo altera ya el estado del sujeto observado.
La primera de estas objeciones de Kant, es errónea; la segunda considera de un sólo lado las cosas.
Es inexacto que el hecho interno tenga solamente una dimensión, el tiempo. Si así fuera, seguramente no podría describirse ese hecho bajo una forma matemática.
Una exposición de ese género exige siempre al menos dos variables que puedan ser subordinadas al concepto de magnitudes intensivas que se ordenan en series en el tiempo.
Si quieres conocer otras recopilaciones parecidos a Frases de Wilhelm Wundt puedes visitar la categoría Frases Célebres.
Esto te podría interesar